Como organización certificadora, nos comprometemos a garantizar un alto nivel de calidad en la práctica de la consejería cristiana holística y pastoral. Esto implica que una de las principales responsabilidades de la Asociación es establecer, respaldar y preservar estándares de excelencia que integren principios bíblicos y éticos en la consejería cristiana. Nuestros Estándares deben ser aplicados por cada miembro de la APCC, debe adoptarlos como condición esencial para su participación continua, asegurando así un servicio comprometido con la integridad y la fidelidad a la fe cristiana.
El consejero cristiano debe reflejar un carácter fundamentado en valores espirituales, sociales, de crecimiento y de talento personal, los cuales guían su práctica y su relación con los demás: Valores Espirituales: Un consejero cristiano debe ser humilde, paciente, y tolerante, mostrando comprensión, gratitud, perdón, compasión, misericordia y un amor sincero hacia aquellos a quienes sirve, reflejando el ejemplo de Cristo. Valores de Conducta Social: Su interacción con los demás debe estar marcada por respeto, honestidad, responsabilidad y justicia. Además, debe promover la bondad, la unidad en las relaciones y actuar con integridad en todo momento. Valores de Crecimiento Personal: El consejero debe cultivar autodisciplina y diligencia, valorar el aprendizaje continuo, mantener una visión objetiva y tomar decisiones sabias. Es esencial que desarrolle habilidades de comunicación, automotivación y una disposición constante para crecer personalmente y profesionalmente. Valores de Talento Personal: Entre sus fortalezas se incluyen la valentía para enfrentar desafíos, el entusiasmo por su labor, un espíritu de servicio, perseverancia, generosidad, creatividad y la capacidad de mantener un buen humor, incluso en circunstancias difíciles, demostrando un carácter resiliente y lleno de esperanza.
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